martes, 25 de agosto de 2015

Claudio Naranjo: "El hombre de hoy sigue siendo un esclavo"

A sus 76 años, el psiquiatra chileno Claudio Naranjo es considerado como uno de los maestros contemporáneos en vida. Profesor de una docena de prestigiosas universidades de todo el mundo y doctor honoris causa por la italiana de Udine, es autor, entre otros ensayos, deCarácter y neurosis y Cambiar la educación para cambiar el mundo. También es el fundador del programa Searchers After Truth (SAT), orientado a promover el autoconocimiento y el desarrollo personal, integrando herramientas y disciplinas occidentales y orientales. Naranjo ha sido invitado recientemente por Esade para reflexionar sobre cómo impulsar una formación más humanista como respuesta a la deshumanización de las empresas y de la sociedad.

"Adaptarse a esta sociedad enferma no es un síntoma de inteligencia"
"El líder que necesita la empresa es un hombre libre, consciente y sabio"

Pregunta. ¿Cómo es posible que se deshumanicen los seres humanos?

El chileno Claudio Naranjo está considerado como uno de los maestros
de la psiquiatría contemporánea.
Respuesta. Cada ser humano cuenta con dos fuerzas antagónicas en su interior. Uno es el falso yo, más conocido como ego o personalidad, relacionado con la ignorancia, la inconsciencia, el egocentrismo, la insatisfacción y el miedo. El otro es el verdadero yo, nuestra verdadera esencia y que está conectado con la sabiduría, la consciencia, el bienestar y el amor incondicional. Cualquier persona que no esté en contacto con su esencia está en vías de deshumanizarse, pues poco a poco va olvidando y marginando sus verdaderos valores, lo que repercute en su forma de pensar, vivir y relacionarse con los demás.

P. ¿Cómo se sabe que una persona vive identificada con su ego?

R. Es fácil: en primer lugar, porque a pesar de hacer y tener de todo siente un vacío en su interior, como si le faltara algo esencial para vivir en paz. De tanto dolor acumulado, finalmente se desconecta de su verdadera humanidad. Desde el ego, las personas actúan movidas por el miedo y la necesidad de supervivencia física y emocional. Su objetivo es conseguir que la realidad se adapte a sus deseos, necesidades y expectativas egoístas, lo que les lleva a vivir una vida marcada por el sinsentido, el malestar y la necesidad constante de evasión y narcotización de sí mismos.

P. ¿Por qué prevalece la deshumanización de las empresas y de la sociedad?

R. Porque llevamos muchas décadas condicionando a los seres humanos con falsas creencias sobre quiénes son y cuál es su relación con el mundo. Debido a la ignorancia ha prevalecido el ego, desde el que se ha construido una sociedad competitiva, agresiva, avariciosa, superficial, insatisfecha, vacía y ambiciosa, que a su vez sigue condicionando a las nuevas generaciones para preservar elestablishment.

P. ¿A qué se refiere?

R. El mundo se ha convertido en un negocio en manos de las grandes corporaciones. Debido al sistema monetario, todas las instituciones funcionan bajo un mismo principio creador: su propia supervivencia. Tanto los Gobiernos como las entidades financieras, las empresas y las instituciones religiosas, que tanta influencia tienen en la sociedad, están orientadas a optimizar sus recursos para tener el mayor lucro posible. El bienestar de la humanidad y del medio ambiente les trae sin cuidado porque no es rentable.

P. De ahí la dificultad de tener verdaderos líderes humanistas...

R. Exacto. A la maquinaria del sistema monetario sólo le interesa que las cosas sigan como están, incluyendo los 40 conflictos armados existentes hoy y que tanto dinero generan a la industria armamentística mundial. Por eso, líderes como los hermanos Kennedy, Gandhi, Luther King y tantos otros fueron asesinados. Los que tienen el poder tan sólo están interesados en continuar teniéndolo, y para eso necesitan seguir esclavizando a los pueblos por medio de la deuda y los intereses bancarios, que impiden que la humanidad salga de este círculo vicioso.

P. ¿Y cuál es su propuesta?

R. Un cambio radical en el proceso de formación humano. Ahora prevalece el condicionamiento egoico, que provoca que el hombre siga siendo un esclavo. En cambio, una educación basada en nuestra verdadera naturaleza potencia el desarrollo de nuestra conciencia, lo que nos libera de las falsas creencias acumuladas por el ego y que tanto limitan nuestra existencia. La crisis económica tan sólo pone de manifiesto nuestra crisis de conciencia. Es un indicador de que algo está funcionando muy mal.

P. Usted suele hablar de "la búsqueda de la verdad"...

R. Todos los grandes sabios de la humanidad, como Buda, Lao Tse, Jesucristo o Sócrates, han dicho lo mismo: el sentido de la vida es aprender a trascender nuestro egoísmo y egocentrismo para que podamos ver a los demás y al medio ambiente que nos rodea como parte de nosotros mismos. No existe la fragmentación, sólo la unidad: todos somos uno. Buscar la verdad implica cuestionar el condicionamiento sociocultural recibido para recuperar el contacto con nuestra verdadera naturaleza. No es ningún síntoma de inteligencia adaptarse a una sociedad como la actual, profundamente enferma. El líder que las empresas necesitan para mejorar la realidad debe ser, ante todo, un hombre consciente, libre y sabio. -

Tomado de: http://elpais.com/diario/2009/02/15/negocio/1234709248_850215.html




jueves, 20 de agosto de 2015

Editorial

     En éste trabajo quiero hacerles llegar algunas reflexiones que de alguna manera definen lo que somos, no es un secreto reconocer a la sociedad actual como de orden mercantil, cuyo afán de lucro individual puede llevar a la destrucción total de la humanidad, este precepto ya ha sido  planteado en 1976 por E. Fromm en su texto “Tener o Ser”, y más recientemente manifestado por su santidad el Papa Francisco, según éste planteamiento, todo, absolutamente todo posee  “valor de cambio”, es decir todo tiene precio, por tanto se vende la vida, se vende el amor, se vende la conciencia, en éste contexto, la naturaleza igualmente tiene precio, ésta está ahí para explotarla, para sacar todo el provecho material posible, sin escatimar esfuerzos en su destrucción, así se acaba con los bosques, con los ríos, con los lagos, se destruyen las montañas, la fauna marina y silvestre. No hay conciencia de que los seres humanos y la naturaleza conforman un continuum, indivisible, inseparable y que la desaparición de ella supone la desaparición de ésta, nuestra especie. 

       Ahora bien, de manera general este es el contexto actual, ahhh, pero como sabemos, el universo es polar, frente a ésta realidad, subsiste el otro polo, conviviendo así,  seres humanos con una visión de la vida opuesta a esta. Donde se cree en la vida, se lucha por el amor, se promueve la protección de lo natural, se protegen a los animales, las aguas, las montañas, se  cree en la espiritualidad, en la familia,  se cuida y defiende a los seres humanos, y en especial a los niños.  

     Esta entrada pretende definir nuestra ubicación visionaria con ésta segunda propuesta, la humanista, donde  la vida, lo natural,  el amor y las personas son el centro de nuestra acción. Así con respecto a la gente consideramos básico el respeto por ésta, producto de su historia personal y  familiar, sea esta cuál sea, en la búsqueda natural de satisfacción de su necesidad cuyo límite está dado por el respeto al otro. Dice F.  Perls, que el organismo es considerado como una unidad en  continua interrelación con su ambiente, donde organismo y ambiente son el campo considerado como una totalidad. Cuando aparece desequilibrio entre el individuo y su campo, producto de la incapacidad para satisfacer su necesidad en éste ambiente, inmediatamente el organismo se moviliza para restablecer su equilibrio, partiendo de los recursos que posee como ser y con los recursos que el ambiente le presenta, entiéndase ambiente, a  la familia, la comunidad, el área laboral y la sociedad con todos sus mecanismos. 

     Nuestra labor la concebimos como contribuir a la facilitación de procesos personales en el individuo y grupo para que este se “dé cuenta” de su potencial un tanto alienado que no permite su avance como persona hacia su autoapoyo  y desde ésta conciencia actué en la búsqueda de su felicidad. Consideramos que por lo general hay dificultad para ubicarse en el presente, en el “aquí y ahora”, lo que conlleva a seres con gran ansiedad, angustia inmanejable que dificulta la vida de relación y contacto en su cotidianidad. Creemos que de forma general estos aspectos  delinean nuestro compromiso y concepción vital con respecto a nuestra labor de ayuda.

Psic. Gonzalo Pagua Garcia
Director INGEDHIV