Por: Psic. Arturo LLamas - Terapeuta Gestaltico - Mexico
La integración de las polaridades tiene implícito un sentido espiritual, aunque la mayoría de los gestaltistas no lo consideren así, según los Polster (1997, p.61) “no descubrimos nada nuevo cuando vemos las polaridades en los seres humanos. Lo novedoso está en el enfoque Gestalt que considera que cada individuo es una secuencia interminable de polaridades”, opuestos que funcionan de forma complementaria, y que son parte de lo mismo, como dice el Kibalión (2001, p. 19) “Todo es dual; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo […]” esto es lo que busca la Psicoterapia Gestalt la integración de estos opuestos, de los complementarios. Así, “La polaridad más importante dentro de la teoría Gestalt es contacto-retirada, entendida como el movimiento espontáneo del organismo” (Peñarrubia, 2008, p. 278)
El contacto-retirada es una función en la que dos principios
polares interviene, por un lado la unión y por otro la separación, ya que
aunque se escuche paradójico, nuestro sentido de unión depende de un sentido de
separación, estos dos conceptos de separación y unión no pueden describirse, ni
presentarse por separado, ya que para hablar de alguno de ellos se requiere del
otro, ¿Cómo explicar la unión o separación sin hacer referencia al opuesto?
Así, esta paradoja es con la que nos encontramos vinculados todo el tiempo,
pasmos de querer separarnos y estar libres a querer unirnos, siempre nos
encontramos en este proceso de separación y unión que se llama contacto. El
contacto sólo es ese instante de unión, que al siguiente momento termina, para
ser sustituido por el que sigue, pasamos de un momento de contacto a uno de
separación y así infinitamente.
El contacto es lo que nos permite vincularnos con el mundo
exterior, pero “sólo puede existir entre seres separados, que siempre necesitan
independencia y siempre se arriesgan a quedar cautivos en la unión […] Yo no
soy ya solamente yo, sino que yo y tú somos ahora nosotros.” (Polster, 1997, p.
104) El contacto sólo se da en ese limite de unión-separación que debe de darse
al mismo tiempo, para contactar hay que entregarse a la unión, pero sin
perderse en ella, sino ya no es contacto, por que más bien nos perdemos en el
otro y no podemos estar con la persona, por que dejamos de ser, esto lo dejo
claro Perls en lo que llamo la oración Gestáltica, la cual versa de la
siguiente forma:
Yo soy Yo y Tú eres Tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
Tú no estas en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
y coincidimos, es Hermoso.
Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.
Falta de amor a Mi mismo,
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falta de amor a Ti,
cuando intento que seas como yo quiero.
En vez de aceptarte como realmente Eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.
El contacto en relación con esta oración es el encuentro y la
coincidencia, que hace que se pase de un Yo a un Nosotros, que se encuentra
formado por un Yo y un Tú que si no existe alguno de ellos deja de ser un
nosotros. Por ello es que como explican los Polster (1997, p. 105) “el contacto
es la savia del crecimiento, el medio de cambiar uno mismo y la experiencia que
uno tiene del mundo. El cambio es producto forzoso del contacto, ya que
apropiarse la novedad asimilable o rechazar la inasimilable conduce
inevitablemente a cambiar.”
El contacto es una relación polar que sólo ocurre entre dos
figuras plenamente diferenciadas, “sean cuales fueren las dos entidades
diferenciadas, cada una tiene un sentido de limitación; de lo contrario no
podrían llegar a ser figuras ni entrar en contacto.” (Polster, 1997, p. 111)
Así, las fronteras del ser humano –la frontera del yo- es la
que delimita el contacto que considera permisible, esta frontera entre el yo, y
el ambiente “debe permanecer permeable para permitir intercambios, pero
suficientemente firme para mantener su autonomía.” (Yontef, 1995, p. 131) La
frontera del yo comprende una gama de fronteras del contacto, ya que dentro de
las fronteras que el yo establece, el contacto puede efectuarse de forma cómoda,
dejando un sentido de satisfacción, que de otra forma no podría efectuare.
Estos limites o fronteras se encuentran determinados por diversas fronteras que
los Polster(1997, p. 111) dividen de la siguiente forma; Fronteras del cuerpo,
Fronteras de los valores, Fronteras de la familiaridad, Fronteras expresivas y
Fronteras de la exposición, estos limites son los que influyen o determinan los
límites del yo hacia el contacto, delimitándolo y diferenciándolo de lo demás,
del objeto o persona con la que se hace contacto.
El campo ambiente/organismo:
Otra polaridad importante en Gestalt es el campo
ambiente/organismo. La Psicoterapia Gestalt basada en el contacto y las
fronteras o límites de este, se interesa por la interacción de la persona en
contacto con su entorno, no sólo observa la conducta o la psique, si no que al
ser Holística, se interesa por la totalidad, lo que implica también la
interacción de la persona con el campo ambiente/organismo, ya que ambiente y
organismo se influyen mutuamente y en todo momento a través de la frontera del
limite de contacto antes descrita. Por ello la Psicoterapia Gestalt también
observa los procesos del ambiente en el que se encuentra la persona, para poder
entenderla en su totalidad en relación a su entorno o contexto, ya que sin está
comprensión no se puede entender a la persona de forma integral y holística
como propone la Gestalt.
Alteraciones del límite de contacto
Estas polaridades de contacto-retirada y de
ambiente/organismo pueden presentar alteraciones, la frontera del contacto que
establece como límite el Yo puede hacerse difusa, imprecisa o incluso perderse,
produciendo una alteración en el límite entre el Yo y otro. Sin este límite
bien definido la persona no puede alternar entre unirse y separarse, lo que no
le permite establecer contacto, la persona pierde su límite y bien, o se
establece una relación de simbiosis con el otro, o un total aislamiento del
mundo exterior. En Terapia Gestalt esta simbiosis, se denomina Confluencia, en
donde “la separación y distinción entre sí mismo y otro se torna tan difusa que
se pierde la conexión, es decir, se pierde el darse cuenta de la importancia de
los demás para el sí mismo.” (Yontef, 1995, p. 132.) Otra alteración en la
frontera de contacto es la retroflexión, que es hacerse a uno mismo lo que queremos
hacerle a otro, o hacerse a otro lo que uno quiere que otro haga al sí mismo,
es una resistencia que lleva al aislamiento, haciendo creer que no se necesita
del ambiente, que se puede ser totalmente autosuficiente, sin depender de los
otros o del mundo externo. La Introyección también altera el límite de contacto, ya
que es cuando se traga material ajeno sin discriminación, no se mastica o
elabora, simplemente se traga, lo que crea una personalidad rígida del tipo de
lo que Perls denomina “como sí”, ya que este material introyectado se impone
para el sí mismo como algo que “debe” o “no debe” hacerse, creando la persona
una personalidad rígida que no hace contacto con su necesidades, con su
persona, por lo cual no puede realizar contacto con los otros. La proyección es otra alteración en el contacto, es una
confusión entré el Yo y otro, que resulta de atribuirle a algo externo, algo
que es parte de la persona, la persona no se hace responsable de algún aspecto,
circunstancia y situación en la que se encuentra involucrado y atribuye la
responsabilidad a ese otro, a lo externo a él, aunque él este completamente
implicado. La deflexión es la evitación del contacto directo con
otra persona. “La deflexión se logra al no expresar directamente o al no
recibir.”(Polster, 1997, p. 133) Lo que provoca que la persona al no contactar
se sienta insatisfecha, por no satisfacer sus necesidades en la situación, ya
que no reacciona a partir de ellas. y si no recibe se siente que no es tocada,
que no contactan con ella, ya que ella no lo permite.
El contacto es lo que nos permite la asimilación ya que es
donde podemos discriminar entre lo que nos sirve o es útil y entre lo que no,
al evitar ese contacto, autointerrumpimos el flujo de energía de nuestras
actividades y nos sentimos insatisfechos, presentando diversas problemáticas
que nos impiden la realización plena de nuestra persona.
“La Gestalt reconoce la interacción natural y el surgimiento
de la polaridad en la experiencia humana de la misma forma que el pensamiento
chino y japonés. En estos sistemas la polaridad no es algo que deba evitarse o
transcenderse sino que es una realidad que debe ser reconocida y utilizada para
el crecimiento.” (Woldt, 2007, p. 143) Para ello no es suficiente hacer
contacto con la polaridad sino que se busca hacer contacto con ambos polos
hasta lograr que ambos trabajen de forma complementaria, “La terapia dice Woldt
(2007, p.145) debe servir al individuo como una guía que le ayude a reconocer
sus propios polos y permitirle actuar de forma complementaria para generar
ajustes creativos en las situaciones de vida.”
Además del holísmo, la indiferenciación creativa de
Friedlander fundamentan el concepto de polaridad Gestalt, como equilibrio entre
opuestos, además de estar vinculado con otro concepto Gestaltico que también es
subrayado por las psicologías tradicionales, como el budismo, y que Claudio
Naranjo (2006, p. 202) llama: “apertura; que es estar consciente de aquello que
se da aquí y ahora en nuestros campos vivénciales.”y dice que Perls se refiere
a Indeferencia creativa como:
“La capacidad de mantenerse en un punto neutro, libre de los
opuestos conceptuales o emocionales en juego en cada momento del percatarse.
Perls mostraba un grado asombroso de indiferencia creativa como psicoterapeuta
por su capacidad de quedarse en el punto cero sin verse atrapado en los juegos
de sus pacientes.” (Ibidem.)
Bibliografía
Naranjo, C. (2006). “La vieja y Novísima Gestalt”.
Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
Peñarrubia, F. (2008). “Terapia Gestalt: la vía del
vació fértil”. Madrid:
Alianza Editorial.
Polster, E. ( 1997). “Terapia Guestaltica”. Buenos Aires:
Amorrotu editores.
Tres Iniciados. (2001). “El Kibalión”. México, D.F.: Tomo
Tres Iniciados. (2001). “El Kibalión”. México, D.F.: Tomo
Woldt, A. (2007). “Terapia Gestalt: historia,
teoría y práctica”. México
D. F.: Manual Moderno.
Yontef, G. (1995). “Proceso y diálogo en gestalt:
ensayos de terapia gestáltica”Santiago de Chile: Cuatro Vientos.Tomado: http://gestaltnet.net/documentos/la-integraci%C3%B3n-de-las-polaridades
Comentarios